Ruinas d’Empúries

Para numerosos aficionados de la región una visita anual a las ruinas d’Empúries supone un auténtico ritual.
Las excavaciones se encuentran a dos kilómetros de L’Escala y a algo mas de quinientos metros desde

Empuries

Empuries

Sant Martí d’Empúries. Desde ambas poblaciones puede accederse al recinto a través de un paseo peatonal inaugurado como tal el año 92 con motivo de la llegada de la llama olímpica.

Los Griegos

El geógrafo griego Estrabón, que escribió en época de Augusto, relata, al referirse a Empúries, que “los emporitanos, en un primer momento, ocuparon una pequeña isla situada delante de la costa, que hoy día denominamos Palaia Polis (ciudad antigua), pero actualmente viven ya en tierra firme” (Geografia III, 4, 8-9)

Efectivamente, en la primera mitad del siglo VI a.C., los comerciantes griegos procedentes de Focea fundaron y se establecieron sobre un pequeño promontorio estratégicamente situado en el extremo sur del golfo de Roses, la Palaia Polis. Un promontorio, además, ocupado ya desde el Bronce final y la primera Edad del Hierro para una población indígena que había mantenido contactos con el comercio fenicio.

Poco tiempo después del establecimiento griego a la Palaia Polis, los emporitanos crearon un nuevo núcleo urbano inmediatamente en el sur de la bahía natural, garantizando el control de las instalaciones portuarias. Este nuevo asentamiento, ubicado en el este de una de las elevaciones que se levantaban entorno a las marismas que delimitaban la antigua línea de costa -la “tierra firme” de Estrabón- es lo que se conoce con el nombre de Neapolis (ciudad nueva), denominación otorgada por J. Puig i Cadafalch. La ciudad griega de Emporion, con los núcleos de la Palaia Polis y de la Neapolis, desarrolló su actividad urbana desde el siglo VI a.C. hasta la presencia romana el año 218 a.C., cuando el puerto emporitano es utilizado como entrada en la Península de las tropas romanas en su lucha contra el ejército cartaginé.

Los Romanos

El año 218 a.C., con motivo de la Segunda Guerra Púnica, un ejército romano comandado por Cneo Cornelio Escipión desembarcó en el puerto de Empúries con el objetivo de cerrar el paso por tierra a las tropas cartaginesas. Se iniciaba de este modo el proceso que llevaría a la romanización de la Península Ibérica.

En el año 195 a.C., Marco Porcio Catón instaló un campamento militar en Empúries que constituyó el embrión de una nueva ciudad, creada al principio del siglo I a.C. En época del emperador Augusto, las ciudades griega y romana se unieron física y jurídicamente bajo el nombre de Municipium Emporiae (último cuarto del siglo I a.C.). Mientras que Gerunda (Gerona), Barcino (Barcelona), Tarraco

Tumbas en Empuries

Tumbas en Empuries

(Tarragona) y otras ciudades romanas de la Península iban cobrando cada vez más importancia, Emporiae la perdía progresivamente. En la segunda mitad del siglo III d.C., toda la ciudad romana y el sector de la Neapolis se encontraban ya abandonados, concentrándose la población en Sant Martí d’Empúries. Esta ciudad fue sede episcopal durante toda la Antigüedad Tardía y sus habitantes utilizaban como cementerio el área norte de la Neapolis, donde se encuentran los restos de una capilla funeraria.

Después de la invasión árabe y de la recuperación franca (s. VIII), Empúries fue capital del condado carolingio de Empúries y posteriormente capital del condado medieval de Empúries hasta el siglo XI, momento en que el conde traslada la capital a Castelló. A partir de aquel momento, Empúries se convirtió en un pequeño núcleo de pescadores que fundaron en el siglo XVI la villa de l’Escala.

Fuente: Museu d’Arqueologia de Catalunya