Llançà es un pequeño municipio del Mediterraneo que comprende una extensión de 28,625 Km2 i tiene casi 5.000 habitantes.
Se encuentra situado en el centro de una zona con una gran riqueza de espacios naturales y ecológicos, concretamente está rodeado del Parque Natural del Cap de Creus y el de la Albera.
La excelente oferta de playas y pequeñas y tranquilas calas que ofrece Llançà, y la riqueza de elementos significativos de patrimonio cultural, desde el megalítico (con dólmenes y restos prehistóricos) a restos significativos de la arquitectura pre-románica, hacen de Llançà un destino ideal para unas vacaciones familiares llenas de actividades.
Cerca de donde se levanta hoy la población de Llançà, se encontraba la antigua ciudad de Deciana , fundada el año 218 aC, próxima a la vía romana que en el Rosselló se bifurcaba y atravesaba los Pirineos por los puertos montañosos de la Massana y el Portús. Después de la destrucción de Empúries, por Hasting y sus normandos, el año 862, los habitantes de las costas del Empordà, por miedo a las incursiones de los piratas sarracenos, se desplazan de la costa hacia el interior, y así la Villa de Llançà fue erigida cerca del mar, pero casi totalmente escondida.
En los años 60 el turismo significó un crecimiento urbano y demográfico que provocó la dinamización y la transformación del municipio. La gente de la época empezó a dedicarse a oficios nuevos, más atractivos y rentables: comerciantes, camareros, constructores, etc.